Hostería Las pircas: un Destacado con aroma a oliva
La rusticidad de la geografía inspira ambientes perfectamente logrados que motivan el bienestar y el relax. Afuera, el seco desierto deviene en verde y generoso vergel, en un territorio dedicado a la explotación de olivos del cual surgen excelentes aceites orgánicos y muy buenas aceitunas.
El cuidado jardín y la transparente agua de la piscina dan sosiego a la aridez que gobierna la vista en este territorio mientras que las galerías e interiores inundan al visitante con ambientes que estimulan el más profundo bienestar.
Adecuada iluminación, techos de caña, frescos cerámicos en los pisos, ladrillos y piedras en muros bien seleccionados, hermosas piezas de alfarería local y un sobrio juego de colores forman parte esencia de un estilo que ha logrado modelar una sabia integración con el entorno inmediato.
Excelentes aceites y muy buenas olivas llegan a la mesa de Las Pircas como especialidad que le pertenece. Junto a una buena selección de vinos, estos productos son puestos a la consideración de los más sabios paladares en cada momento gastronómico de la hostería.
Una buena bebida y unos excelentes bocados coronan muy buenos momentos de descanso en las galerías de la hostería, junto a la piscina o en el jardín, bajo la luz de la luna y las estrellas, una extraordinaria manera de culminar una jornada plena movimiento y de aventura.
Las Pircas se encuentra ubicada en plena plantación de olivos de Alma Oliva, una de las productoras de aceite más importantes de Catamarca. Allí se encuentras excelentes condiciones para la cosecha y recolección de la oliva en los momentos óptimos. a estos procesos pueden asistir los huéspedes de la hostería.
Los procesos productivos que allá se llevan a cabo aseguran al consumidor una buena variedad de aceites, todas de muy buena calidad, algo que se puede comprobar con las catas que se realizan a menudo en el lugar.
El predio consta de 600 hectáreas olivaleras que gozan de una geografía desértica e iluminada, a 1300 metros sobre el nivel del mar, con un hermoso paisaje que alegra la visión y la aventura estimulando agradables planes de turismo y relax.
En este valle, el del río Abaucón, los inviernos son bien definidos y los veranos secos y calientes, condiciones que favorecen la obtención de excelentes aceites.
Allá se garantizan cada una de las etapas productivas con las exigencias aplicadas en los países más avanzados en la materia. Ello requiere que los profesionales y técnicos sigan el proceso del aceite desde la cosecha hasta la extracción del aceite de la planta listo para su distribución.
La poda, fertilización, riego y demás tareas culturales y productivas, todo está bajo atenta vista para una buena producción de las variedades de oliva aceitera Frantoio, Leccino, Arbequina, Coratina, Picual, Barnea, y Arbozana a razón de 833 plantas por hectárea.
Además en Alma Oliva se cuenta con tecnología de avanzada para asistir los procesos estivales de recolección con máquinas cabalgantes en el punto óptimo de madurez según la variedad, traslado en camiones para el deshoje, lavado y pesado.
Luego las olivas son trituradas para la extracción de su jugo natural, se centrifuga en frío y se estaciona en grandes barriles de acero inoxidable bien cerrados y con atmósfera controlada.
Luego el aceite es analizado por los científicos de la planta midiéndose la acidez y las propiedades nutritivas, entre otros factores. Finalmente el producto es embotellado, etiquetado y distribuido.
Para más información:
Las pircas en Hideout Argentina
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